"Travesía hacia mi interior"
- Liana Brailovsky
- 1 oct 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 14 oct 2024
Hace años, en un momento de desesperación y búsqueda interna, me senté frente a mi computadora sin saber exactamente qué estaba buscando, pero con el corazón abierto a encontrar algo que pudiera aliviar el dolor de mi historia y entender y sanar el dolor de mis caderas. Aunque intentaba aceptar mi pasado y perdonar a mis padres, sentía que no llegaba a la raíz del problema, como si una parte más profunda aún quedara sin resolver.
Fue entonces que, casi por casualidad —o por una sincronía divina—, me topé con unas siglas que nunca había visto antes: EFT. Al principio, las dejé pasar, pero después de verlas repetidas veces, algo en mí decidió prestar atención. Miré al cielo y dije: “Ok, entiendo. Allá voy.” Me encontré con un video corto de cinco minutos en el que un hombre hablaba de conectar con una emoción, me
dirla en una escala del 1 al 10, y hacer tapping—golpecitos suaves en puntos específicos del
cuerpo. Sin esperar mucho, seguí las instrucciones. Para mi sorpresa, la intensidad de esa emoción bajó significativamente. No podía creer lo que estaba sintiendo. Repetí el ejercicio con otra emoción, y de nuevo, la carga emocional se redujo. Fue en ese momento que entendí: algo muy valioso me había encontrado a mí.
Ese día me miré al espejo y me hice una promesa: “Ya no tienes excusas para seguir sintiéndote mal. Te comprometes a trabajar en esto, sin importar qué.” Así fue como comencé un año entero de práctica dedicada al EFT. A veces eran tres horas encerrada en el baño, otras solo dos minutos. No importaba cuánto tiempo tuviera, lo cumplía. Poco a poco, comencé a notar cambios. Las emociones que antes me desbordaban ya no tenían el mismo poder sobre mí. Las situaciones difíciles empezaban a parecerme manejables.
Después de un año de práctica intensa, supe que debía profundizar más. Me formé profesionalmente en EFT, y de ahí en adelante, mi camino se abrió de maneras que jamás imaginé. Empecé a compartir mis conocimientos a través de charlas, sesiones y cursos, y los resultados en las personas fueron impresionantes. Poco tiempo después, se formó la Asociación Internacional de EFT, y yo ya estaba dedicada de lleno a esta técnica, trabajando con personas de todo México.
Pero mi búsqueda de herramientas no se detuvo ahí. Me formé en nuevas técnicas, como FasterEFT, el Código de la Emoción, Medicina Energética, Touch for health, las Cinco Leyes Biológicas y mas, y comencé a emplear tecnología cuántica a través de maquinas especiales de equilibrio y sanacion. . Cada aprendizaje me ayudó a afinar mi intuición, a entender el lenguaje del cuerpo y la mente, y a poder navegar en los procesos emocionales y energéticos de mis pacientes.
Con el tiempo, empecé a darme cuenta de las heridas que llevaba conmigo desde mi infancia.
Esas experiencias que vivimos cuando somos pequeños nos marcan profundamente.
Si nos quedamos atados a la historia de dolor que nos contamos cada día, la vida se apaga: nuestra salud se deteriora, las relaciones sufren y sentimos que no hay salida.
Sin embargo, cuando tomamos esa misma historia y decidimos, como adultos, ser responsables de nuestro propio camino, nos reconstruimos desde el dolor hacia el amor y la compasión. Ahí es cuando nuestra vida comienza a iluminarse, las relaciones sanan, la salud mejora, y recuperamos el control sobre cómo nos sentimos. Elegimos conscientemente cambiar, y con cada paso, nos acercamos más a una armonía profunda con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
"Sanar no es un destino, es un viaje continuo hacia el autoconocimiento y el amor propio.
A medida que aprendemos a soltar el peso de nuestras historias pasadas y a transformarlas en oportunidades de crecimiento, nos abrimos a una vida más plena, en armonía con nuestro ser interior. La clave está en recordar que, aunque no podemos cambiar lo que vivimos, sí podemos decidir cómo queremos sentirnos, qué queremos hacer con ello y qué caminos queremos elegir a partir de hoy.
La sanación comienza desde adentro, y está en nuestras manos escribir una nueva historia de luz, bienestar y amor. ¿Estás listo para comenzar el tuyo?"










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